2 de noviembre de 2012

El mismo fuego que quemó Gernika


Ella vino de la calle gritando revolución
Y con solo 5 años, la tuvieron que matar
Demasiado adelantada, entre tanto cromagnon
Demasiado espabilada para un necio militar. 

Enanito salvapatrias
y con voz de Blancanieves
cuanto loco enfermo
has dejado tras tu muerte

Sin memoria, 
los que matan escriben la historia
Poetas, maestras, 
su tumba es una cuneta

Asesinos de almas, y también de libertad
las pistolas y el dinero les pesaban al andar
Y los sueños más nobles, morían en un paredón
luego eran perdonados en secreta confesión

Seguro de muerte era
defender a la difunta
Y con suerte algunas veces
La vida era una frontera

Sin memoria, 
los que matan escriben la historia
Poetas, maestras, 
su tumba es una cuneta

La araña puso sus huevos
En cerebros aún muy nuevos
Y aún estamos infectados
Pero  no nos ha dejado... 

...Sin memoria, 
los que matan escriben la historia
Poetas, maestras, 
su tumba es una cuneta.

23 de noviembre de 2011

Puente levadizo


Cuando más disfrazados estaban mis besos
Cuando más cansados estaban mis huesos
Apareciste, susurrando esta canción
Golpeando el piano de mi corazón.

No sé cuál de los dos estaba más borracho.

No sé quién había perdido más el rumbo.
El silencio llorando sobre el puente levadizo.

Cuando más miedo le tenía al futuro

Cuando soportar cada día se volvía más duro
Aterrizaste en mis pestañas
Arañando con tus teclas mis entrañas.

No sé cuál de los dos estaba más herido.

No sé quién se asomaba más al abismo.
El silencio llorando sobre el puente levadizo.

Cuando nuestro tren se escapaba sin remedio

Cuando intentábamos combatir el tedio
Aligeraste el peso de mis penas
remolcando en tus espaldas mis cadenas.

No sé cuál de los dos tenía la mirada más triste.

No sé quién prefería el ámbar al giste.
El silencio llorando sobre el puente levadizo.

7 de junio de 2011

Postigo St.


Bajando por el Postigo Street
Se preguntaba si era feliz
Dibujó eses muchas noches
La lluvia en la cara le hizo reír

Persianas metálicas
susurraban al pasar
Corriendo tras la luna
por baldosas de cristal

Sin saber que estába atada
al mojón de la verdad
Que del andén nueve y tres cuatros
Parte el tren de la felicidad

Una canción abrió la puerta
Atravesaron la fría piedra
No había monstruos de tres cabezas
Les esperaba la vida entera.




24 de febrero de 2011

Con la frente marchita


Sí, a mi las horas también se me han pasado volando entre humo, risas y besos.
Sí, yo también me muero por volver.
Sí, me paseo por el Rastro algún domingo que otro.
Y sí, viví unos tormentosos años ochenta.
Pero al menos, nunca añoraré lo que jamás sucedió, porque lo he vivido.

Sí, mi patria es la primavera.
Sí, me han olvidado demasiadas veces.
Sí, me sienta bien la boina calada, al estilo del Che.
Y sí, Buenos Aires es como cuentan, como dicen. Incluso mejor.
Yo también derramé mis lágrimas en la Plaza de Mayo y grité ¿dónde estás? a alguien que aún no conocía.

Y de pronto, silbatos de trenes que me recordaron que hay cosas que no puedes dejar escapar.
Y de pronto, sólo importaba una patria y una bandera, y estaban dentro de un corazón y de un alma en donde siempre es febrero. Verano sempiterno en Argentina.
Y de pronto, la éterea Argentina se desdibujaba y me fulminaba. Y un arrebato, comprar unos billetes, cruzar el charco.

¡Ah, Buenos Aires! El Río de la Plata, Recoleta, Retiro, La Boca, San Telmo, Palermo, Belgrano... y tantos lugares más...

Y después, volar, tomar colectivos, horas enteras soñando con Puerto Iguazú y las cataratas, Córdoba y la noche, Mendoza y sus vinos, y el Parque del Aconcagua, San Carlos de Bariloche y probar las frías aguas del Nahuel Huapi, Villa Angostura y sus turistas despistados, El Calafate y El Perito Moreno, Ushuaia con su luz mágica y la Tierra de Fuego, el fin del mundo che, Bahía Blanca con su Universidad. Cruzar Media Pampa en colectivo, tragando polvo, sudor y lágrimas de rabia.

Y muchas más horas imaginando lo que me gustaría conocer: Cuyo y el Valle de la Luna, Jujuy, El Parque Los Menhires y las Ruinas Quilmes, Salta y el Tren de las Nubes, la Quebrada de Humahuaca, San Miguel de Tucumán, las Termas de Ríohondo, Chaco, Río Negro, Chubut, Neuquén, acercarme a El Bolsón, recorrer la Ruta 40 y por qué no, intentar recuperar Las Malvinas, aunque sea en fantasías...
Tanto que visitar, que necesitaría siglos...

Y yo, con mi frente marchita por treinta y dos junios, me muero por volver.

6 de enero de 2011

La leyenda del tiempo



Tiempo que se escapa entre los dedos

Como un puñado de arena

Dimensión traicionera, hecha de sueños y recuerdos

Cosida al destino con hilos de vida


Tiempo que fluye inexorable

Como agua pura por un río infinito

Agua estirada y encogida, sin llegar nunca al mar

Agua amarga que nunca va hacia atrás


Ritmos que cabalgan por el tiempo

Bajos que se enredan en el ritmo

Guitarras que martillean los segundos

Voces que desgarran los relojes


Segunderos derretidos que resbalan por tu espalda

Minuteros ansiosos por la hora de tocar tu cara

Años asolados por sequías de luz de luna

Eternidad alumbrada, vale más tarde que nunca.

11 de diciembre de 2010

Días de escuela


Chándal azul con dos rayas blancas en los laterales
bocadillo de mortadela, chorizo o chocolate con mantequilla,
profesores fumando dentro de la clase,
jaleo en el patio a la hora de gimnasia.

Boletines de notas amarillos anaranjados,
progresa adecuadamente, necesita mejorar en matemáticas
tardes de pinturas y acuarelas
balones de fútbol y charlas.

Cruces en las paredes que yo no entiendo
en los 80 ya no se reza pero se sigue viendo
una rareza el no ser creyente,
una rareza que no comprende la gente.

Mapa mundis ajados,
reglas, escuadras, cartabones,
recitar la tabla de multiplicar,
aprender a dividir a trompicones.

La sirena marcando la hora del recreo
si llovía te quedabas en clase, odiando al maestro.
El cine los sábados en el salón de actos,
por 50 pesetas te sentías como Conan, el Bárbaro.

Y los amigos, mi gente que aún sigue ahí
tras casi veinte años que más puedo pedir,
verse y sentir que nada ha cambiado,
saber que con ellos puedo seguir contando.

8 de diciembre de 2010

30 años... sin un working class hero



30 años imaginando

Para el pueblo más poder

Para la paz

Una oportunidad

30 años estancados

En estanques de peces gordos

Sin nadie que nos recuerde

Que todos juntos se puede…

…mojar los libros que quema el fuego

Que las pistolas teman los besos

Que los abrazos marchiten

Las flores del desacuerdo.

30 años sin tus canciones

Sin tu locura intangible

escupiendo a las guerras

y sin cantar a imposibles.